Max, nuevo personaje de la serie de Netflix, se pasa toda la segunda temporada con un monopatín bajo el brazo. ¿Cuál es su historia?
La nueva incorporación de Stranger Things se llama Max (Mad Max) y ha roto el esquema de la primera temporada de la serie en la que la pandilla protagonista eran todo chicos. Su llegada al instituto de Hawkins no pasa desapercibida, debido a su aspecto alejado de los cánones femeninos infantiles de la época, un hermanastro que la lleva en coche al cole atronando canciones de heavy hortera (y algún tema punk tipo Channel 3) y -sobre todo- un monopatín que no suelta ni a tiros y en el que se puede leer claramente "Madrid".
Si en los ochenta en España se patinaba sobre tablas Variflex o Powell Peralta, ¿qué diablos hace una niña recién aterrizada en el Estado de Indiana con un skate en el que aparece sobreimpresa la capital española? Se trata de una marca creada a finales de los 60 en el sur de California (de dónde procede Max) por un tipo llamado Jerry Madrid y que sigue activa en la actualidad, aunque especializada en downhill y longboards para tirarse con casco aerodinámico montaña abajo.
El skater Jeff Ramos en la vida real y el actor Michael J. Fox en la ficción (sí, el mítico patín de Regreso al Futuro) se han deslizado sobre estos skates clásicos, haciendo del modelo Madrid Explosion una pieza de culto que acaba de ser reeditada bajo el nombre MadMax Explosion Replica. La compañía ha aprovechado, además, el tirón de la serie de Netflix para lanzar nuevas versiones protagonizadas por Eleven a precios que superan los doscientos euros. Todo con mucho colorín flúor y ese logo escrito en minúsculas con fuente Helvetica Neue Black Italic: "madrid".
Se agradecen estos guiños de nostalgia underground y las subculturas alternativas, para compensar al menos que se hayan disipado las esperanzas depositadas en Max, supuesto símbolo de la modernidad y el feminismo en la ficción televisiva pero desdibujado en cada episodio hasta convertirse en apenas un objeto de deseo y comparsa de los cuatro peques de siempre. Si estáis atentos podréis paladear incluso un cameo de la banda de hardcore Ill Repute, un grupo clave en la vieja escena 'nardcore' de skatepunk que lanzó Mystic Records y de la que RKL fueron su máximo exponente.
Fuente: El País
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