La controvertida artista y streamer vuelve a la carga con una 'performance' que ha generado mucha polémica en internet, vendiendo botes de agua sucia de su bañera por 30 dólares.
Belle Delphine es una de las figuras más controvertidas de la esfera de los célebres streamers y cosplayers centrados en los videojuegos. Delphine, una celebridad con más de 3,8 millones de seguidores en Instagram, ha vuelto a realizar lo que parece otra de sus conocidas performance al embotellar y vender el agua con el que se baña y asea. Por unos 30 dólares, su GamerGirl Bath Water se ha agotado a las pocas horas. Ha prometido una nueva remesa.
"Intentando buscar la atención y sacando grandes cantidades de dinero con ello".
Delphine siempre ha jugado con su audiencia objetiva. Hace unas semanas, Subió una foto a Instagram en la que prometía que colgaría un vídeo ella misma a Pornhub si conseguía un 1 millón de likes en la imagen. No solo lo logró, superó ampliamente sus expectativas, congregando a más de 2 millones de seguidores en dicha captura. La artista consiguió sus objetivos y haciendo honor a su palabra, subió varios clips a la conocida web porno. Sin embargo, no de la manera en la que esperaban sus fieles followers.
Con títulos engañosos y miniaturas confusas, Delphine colgó distintos vídeos clickbait en el portal de contenidos para adultos, y logrando en varios de ellos más de 345.000 visitas de usuarios que, a posteriori, se sintieron estafados por su icono. "Mi decepción ha sido enorme y mi día se ha arruinado por completo", escribía un compungido seguidor en Pornhub. Ahora, tras haber conseguido la atención de cientos de miles de webs y habiendo aumentado sus seguidores y visitas gracias a su contenido erótico y subido de tono, la cosplayer ha querido ir un paso más allá en sus habituales performance al vender el agua que mantenido contacto con su piel y partes íntimas.
GamerGirl Bath Water es su nueva obra. La artista vende este producto por 30 dólares en su web oficial, y aunque no lo creáis, se ha agotado en apenas unos días a la venta. Algunas fuentes apuntan a que es todo un montaje, pero en redes sociales han aparecido varios compradores. Dado el éxito del consumible, Delphine ha afirmado que hará más. "Este agua no se puede beber, y únicamente debería usarse para propósitos sentimentales", afirma la descripción oficial del articulo. Si bien no hay más detalles, se trata de un producto de marcado carácter fetichista o erótico, que algunos expertos en este tipo de objetos y accesorios catalogan como un nuevo paso en el ámbito de las prendas de ropa interior usada y similares. En el momento de redactar la noticia, se desconoce cuántos botes se han podido llegar a vender, y si realmente no ha sido todo una broma. Además, dado que cada recipiente lleva el logo de D.Va, personaje de Overwatch, también podría estar incurriendo en algún tipo de ilegalidad comercial que tuviese consecuencias directas con Blizzard.
"Está haciendo una gran cantidad de dinero con estas locuras"
"Creo que uno de los motivos que tiene la gente para comprar este tipo de cosas no es otro que el de intimar con esta persona de alguna manera", aclara Alptraum, sexóloga y columnista. "Y aunque sepas que es una mera transacción comercial, hay cierta esencia de esa persona en este producto, por lo que piensas que hay parte de su intimidad sexual en él. Sabes que ha estado desnuda y en contacto con ese agua", apuntan. Más allá de la clara índole sexual y erótica que se esconde en GamerGirl Bath Water, también hay una cierta faceta artística en este tipo de movimientos, que no son nada nuevo.
En los años 60, el artista italiano Piero Manzoni expuso su famosa Mierda de artista, una lata que contenía supuestamente restos de heces del artista conceptual en lo que era una crítica a este tipo de números artísticos. Pronto se publicitó que realmente contenían pepitas de oro, y la especulación se apoderó de la obra que alcanzó precios prohibitivos. La idea fue todo un éxito, y a día de hoy, conseguir una de ellas puede llevarnos a desembolsar cifras de entre cuatro y cinco dígitos.
Con el paso del tiempo uno de los mejores amigos de Manzoni desveló que fue todo un montaje, y que esas latas contenían únicamente trozos de yeso seleccionados de forma aleatoria. ¿Estará Delphine engañando una vez más a sus seguidores? Los tiempos cambian, pero en el fondo parece que todo sigue igual.
Fuente: Vandal
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