Reunidos de nuevo por obra y gracia de Martin Scorsese en 'El irlandés', los dos actores más importantes del último Hollywood repasan los altibajos de su relación.
A veces hay cuestiones más difíciles de resolver que si quieres más a mamá o a papá. Por ejemplo, si prefieres a Robert De Niro o a Al Pacino. La disyuntiva actoral que ha agobiado a varias generaciones de cinéfilos, solo aliviada por títulos como El padrino: Parte II (1974), Heat (1995) y –ehem– Asesinato justo (2008), aporta una nueva posibilidad de no tener que elegir con El irlandés, el regreso de Martin Scorsese al mundo criminal y la primera vez que los dos astros actúan juntos delante de su cámara.
Aprovechando la ocasión, en Variety han tenido una larga conversación con Robert De Niro y Al Pacino donde hablan de su experiencia rodando con ‘Marty’ una historia que se expande durante varias décadas; y que gracias a la tecnología de rejuvenecimiento CGI más punta del mercado nos permitirá verlos interpretar a sus personajes desde la veintena hasta el ocaso de sus vidas.
Pero también tratan muchos otros temas. Algunos inevitables como el cambio del paradigma de consumo cinematográfico –El irlandés es una auténtica superproducción con la que Netflix aspira a arrasar en los Oscar– o el gobierno de Donald Trump; otros, más agradables como su largo historial profesional dentro de Hollywood o los recuerdos de la primera vez que se vieron.
Es De Niro quien lo recuerda. Fue en el East Village de Nueva York.Pacino empezó a ser conocido tras interpretar al yonqui de Pánico en Needle Park (1971) e inmediatamente saltó al estrellato como Michael Corleone en El padrino (1972). Bajaba por 14th Street con su novia de entonces, la actriz Jill Clayburgh (Comenzar de nuevo) y se chocaron con De Niro, que aún se ganaba la vida en pequeñas películas de Brian De Palma y Roger Corman.
Hasta que en 1973 despuntó con Muerte de un jugador y Malas calles. Al año siguiente, estaría con Pacino en El padrino: Parte II, si bien en distintas líneas temporales que les impedían coincidir en pantalla. Hoy en día, Pacino recuerda una impresión muy concreta de su primer encuentro con ese actor que, como él, estaba empezando. “Tenía algo”, asegura sobre De Niro. “Cierto carisma, una mirada. Pensé que ese tipo iba a llegar lejos”.
Pacino y De Niro no volverían a trabajar juntos hasta Heat (1995), el thriller de Michael Mann donde una parte nada desdeñable de tensión procedía de cuánto dilataba la espera hasta efectivamente poder verlos compartir escena. Aunque ambos aseguran que les habría gustado colaborar más, después no vino nada más hasta Asesinato justo (2008), título que probablemente todos los implicados prefieren olvidar –De Niro hasta lo asegura– y El irlandés.
“Durante todas nuestras carreras siempre hemos competido por los mismos papeles”, afirma Pacino. De Niro admite que así ha sido, llevando la rivalidad profesional y en el corazón del público y la crítica al nivel de teñir los términos de su relación. “Hemos sido competitivos como actores”, afirma.
¿De verdad son tan parecidos? Uno ha sido Michael Corleone, Serpico, Tony Montana, Ricky Roma, Carlito Brigante, Lowell Bergman, Tony D’Amato… y ahora, Jimmy Hoffa. El otro, Vito Corleone, Travis Bickle, Jake La Motta, Noodles, Harry Tuttle, Al Capone, James Conway… y ahora, Frank Sheeran.
“Al es parlachín, Bob es más callado, pero los dos son realmente adorables y amables”, contesta Anna Paquin, su joven compañera de reparto en El irlandés.
Fuente: Cinemanía
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