Creada y producida por Frank Darabont y basada en el cómic homónimo de Robert Kirkman, la acción de The Walking Dead se sitúa en un mundo apocalíptico repleto de zombies. “Caminantes” que acaban por convertirse en tan sólo uno más de los numerosos peligros y calamidades que acechan a los protagonistas de esta popular serie norteamericana. Y es que The Walking Dead es, sin duda, un fenómeno de masas que ha encumbrado el fenómeno zombie y por extensión a su magnífico plantel protagonista. Entre ellos, Norman Reedus, quien a pesar de haber trabajado con anterioridad a The Walking Dead con directores de la talla de Robert Redford o Ridley Scott, ha sido su interpretación del rebelde Daryl Nixon la que le ha reportado millones de fans en todo el mundo.
Con motivo de una de sus estancias en Barcelona tuvimos la oportunidad de charlar con el popular actor, quien nos explicó que, a pesar de ser una serie en general difícil de rodar con escenas realmente desgarradoras para la audiencia y tremendamente complejas para el equipo, hay unas imágenes que fueron para Reedus una experiencia especialmente incómoda: “Algunas de las escenas del primer capítulo de la séptima temporada han sido las más difíciles de grabar hasta el momento. La primera mitad de la temporada comienza con el grupo fracturado, roto mientras viven bajo el yugo de la opresión y mi personaje es capturado y encerrado desnudo en una celda. Rodar esas imágenes desnudo ha sido lo que más incomodidad me ha producido de todos los capítulos que llevamos rodados hasta la fecha"
Donde a buen seguro sí que disfruta de cada toma de rodaje es en otro de sus proyectos más personales que el actor tiene entre manos. Se trata de Ride with Norman Reedus donde el actor en una especie de “reality show de la carretera”, recorre diversas rutas en EEUU y Europa para explorar la cultura de los motociclistas en cada país. De hecho, uno de los capítulos que pronto podrán verse estará ambientado en España, con un programa que incluye la ruta que el actor realizó hace unos meses entre las ciudades de Sitges (Barcelona) y Sevilla.
Y por si eso fuera poco, el actor es además un reconocido fotógrafo, una disciplina más que amplía su faceta de artista polifacético, para Reedus “Sería totalmente imposible dejar de lado alguna de ellas… Todo forma parte del todo. Es como si fuera un cocinero, que ha de saber no sólo cocinar, sino conocer las propiedades de los alimentos, las temperaturas a las que deben ser cocinados, las técnicas de cocción… Yo me veo de la misma manera, hacer fotos, actuar en una película… todo ello forma parte de mi personalidad. Todas mis experiencias artísticas son finalmente vitales y me ayudan a ser mejor actor y mejor fotógrafo o productor.”
Para Norman Reedus viajar por todo el mundo ya sea rodando una película, cabalgando en su moto o mostrando sus fotografías es algo natural: “En realidad el arte es arte. El público, sea norteamericano o europeo, reacciona de la misma manera. Los sentimientos son universales y la reacción al arte y a la belleza es la misma en todas las partes del mundo.”
Hombres.21
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