Maisie Williams y Sophie Turner pasaron muy poco tiempo en pantalla juntas, pero mucho detrás de escena. En una extensa entrevista relataron cómo fue convertirse en mujeres y adelantaron lo que se puede esperar de la temporada final de "Game of Thrones".
Aunque pasaron la mayor parte de la serie separadas, las actrices que dan vida a Sansa Stark y Arya Stark son mejores amigas. Lo han sido desde el comienzo, cuando Sophie Turner tenía tan sólo 13 años y Maisie Williams apenas 12.
Han pasado ocho años desde el estreno del primer episodio de Game of Thrones, y la audiencia ya se prepara para ver la última temporada, cuyo primer capítulo se estrenará el próximo 14 de abril por las pantallas de HBO. En la previa de ese esperado momento, ambas actrices hablaron con la revista Rolling Stone y posaron para su portada.
Crecer juntas
Después de varias temporadas sin grabar juntas, las hermanas Stark se reunieron finalmente en la séptima temporada. Turner contó que es una “pesadilla” trabajar con ellas: “Si estás trabajando con tu mejor amiga, nunca terminarás tu trabajo. Cada vez que intentamos ser serias respecto a algo, fue de lo más difícil en el mundo. Creo que se arrepintieron de ponernos en escenas juntas. Fue difícil”.
“Pensé que Sophie era la persona más genial que jamás había visto. Entiendo por qué dicen que tenemos química, porque cuando es correcto, es muy correcto. Somos mejores amigas. Y pudieron ver eso hace tantos años, y debe haber sido una verdadera magia ver a estas dos chicas pasar el mejor rato juntas”, explicó Williams.
Aunque Arya y Sansa debieron crecer separadas y enfrentarse a sus respectivos demonios más bien solas, Turner y Williams si estuvieron la una para la otra durante el detrás de cámaras.
Una de las situaciones más difíciles para Williams fue enfrentarse a los cambios que estaba atravesando su cuerpo. “Me estaba convirtiendo en una mujer”, dijo a la revista, y contó que durante un tiempo tuvieron que esconder sus pechos para que siguiera pareciendo una niña. “Tenía como 15: ‘¡Sólo quiero ser una chica y tener un pololo!'”, comentó. Después de eso le dieron su primer sostén. “¡Sí! Soy una mujer”, pensó entonces.
Turner, su colega y mejor amiga, la acompañó en ese proceso: “Estaba pasando por todos estos cambios, pero tenía que seguir viéndose como una niña y cortar su pelo y verse completamente distinta a cómo se sentía por dentro. Creo que me envidiaba porque yo podía usar los vestidos y maquillaje lindo. ¡Y yo quería los pantalones y la ropa de niño!”.
“Al comienzo, yo tenía celos de Maisie”, contó Turner, “porque ella hacía todas las peleas de espadas y podía ser ruda”.
Hollywood vs. Westeros
Para Sophie Turner, hay un lamentable parecido entre Westeros, donde se desarrolla Game of Thrones, y Hollywood. “Hay mucho de Sansa en mí”, dijo. “Te metes en algo que crees que va a ser un gran sueño, y luego te das cuenta: ‘Oh, espera’. Tengo que ser muy estratega respecto a todo. Y Harvey Weinstein es Joffrey o Ramsay. Probablemente peor que eso. Un Caminante Blanco“.
Aunque nunca tuvo que trabajar con Weinstein, sí lo hizo con otra figura caída en desgracia de Hollywood, Bryan Singer (Bohemian Rhapsody), quien la dirigió en X-Men. “Nuestro tiempo juntos fue, como Rami (Malek) dijo, desagradable”, sostuvo la actriz.
Última escena
Tanto para Turner como para Williams, despedirse de la serie significó un luto. “No puedes decirle adiós para siempre a este show (…) Es como un divorcio. Toma mucho tiempo“, dijo la actriz que interpreta a Arya.
Turner, en tanto, admitió que lloró y que se siente “muy satisfecha con el final de la serie”. Sobre lo mismo, Williams comentó que “después de leer la temporada 8, vi la primera temporada, hay muchas similitudes”.
Fuente: CNN en Español
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