El director salió del plató rumbo a Los Ángeles por un problema médico, dejando a los actores y el equipo sin guía para rodar las escenas más importantes.
Cuántos más datos salen a la luz acerca de la caída en desgracia de Bryan Singer, más evidente resulta que esta daría para escribir un libro sobre exceso y locura en el Hollywood reciente. Ahora, una entrevista con Olivia Munn añade una nueva anécdota para ese volumen imaginario: según la actriz, Singer se ausentó durante 10 días del set de X-Men: Apocalipsis, sin que rodaje del filme se detuviese por ello, y sin dar más señales de vida que algún mensaje de texto que otro.
En una entrevista con Variety (vía The Playlist), Munn ha hablado sobre el doble rasero aplicado en la industria a los directores y las directoras. “Es un problema que siempre hemos tenido en este negocio, mucho antes de que el #MeToo lo expusiese tanto”, explica. “Estás en esto y ves a esta gente que no para de tener tropiezos sin que pase nada y que no es tan buena, y piensas ‘¿En serio?’. Nunca había rodado una película tan enorme [como Apocalipsis] antes. No sabía qué estaba bien y qué estaba mal, pero sí sabía que era raro que Bryan Singer pudiera marcharse diciendo que tenía un problema de tiroides”.
“En vez de ir a un doctor en Montreal, que es una ciudad próspera y profesional, nos dijo que tenía que irse a Los Ángeles. Y estuvo fuera alrededor de 10 días, si no recuerdo mal”, prosigue Olivia Munn. La actriz añade que Singer dejó que el rodaje siguiera adelante en su ausencia: “Nos dijo: ‘Sigan, sigan rodando’. Estábamos en el plató, recuerdo que había que rodar una escena muy grande y que volvíamos del almuerzo, y uno de los ayudantes de Bryan se presentó llevando un móvil con un mensaje de texto. Decía: ‘Chicos, ahora estoy ocupado, pero sigan adelante y empiecen a rodarla sin mí”.
Pese a esta conducta tan poco profesional, continúa Munn, Singer se mantuvo al frente de X-Men: Apocalipsis. “A esta persona se le permitió seguir adelante. Y Fox le dio Bohemian Rhapsody, y entonces todos sabemos lo que pasó“, prosigue, aludiendo al despido de Singer en este último filme y su reemplazo por Dexter Fletcher (Rocketman).
“Antes de que se desvelasen los asuntos del #MeToo, cosas que eran horribles y daban asco, había mucha gente que se portaba mal y se salía con la suya”, señala Olivia Munn. “No hay nadie en el mundo con el talento suficiente como para poder faltarle al respeto a todo el mundo todo el tiempo”, añade. “Y hay mucha gente con talento que espera una oportunidad”.
Fuente: Cinemanía
Comentarios
Publicar un comentario