Cuando los productores de la película quisieron escatimar con el salario de la actriz, el intérprete de 'Black Panther' renunció a parte de su propio sueldo.
Como suele ocurrir con los actores queridos y admirados, el fallecimiento de Chadwick Boseman ha dado ocasión para recordar las buenas obras y los gestos de grandeza que el intérprete de Black Panther llevó a cabo en vida. Ahora es Sienna Miller la que ha revelado que Boseman no solo le ofreció su papel en el thriller Manhattan sin salida, sino que también puso dinero de su bolsillo para que la actriz pudiese cobrar un salario digno.
“[Chadwick Boseman] produjo Manhattan sin salida, y estaba empeñado en que yo aceptara el papel”, ha explicado Miller en una entrevista con Empire. “Él era fan de mi trabajo, lo cual resulta emocionante porque yo a él le admiraba diez veces más. Así que se puso en contacto conmigo y me ofreció la película en un momento en el que yo no quería trabajar. Llevaba mucho tiempo trabajando sin parar y estaba exhausta, pero pese a ello quería colaborar con él”.
Una vez que Miller dio el sí, ella y Boseman se enfrentaron con una vieja historia: la desigualdad salarial de las actrices en Hollywood. Un escollo ante el cual el actor se portó de forma regia. “Era una película con bastante presupuesto, y creo que todo el mundo sabe lo que hay con la disparidad salarial en Hollywood, pero yo pedí una cifra que el estudio no estaba dispuesto a pagar”, explica la actriz, añadiendo que el rodaje le resultaba poco conveniente porque su hija estaba empezando a ir al colegio.
“Yo dije que haría la película si se me pagaba adecuadamente. Y Chadwick acabó donando parte de su salario para que yo pudiera cobrar la suma que quería”, concluye Sienna Miller. Quien, además, apunta a que Boseman no presentó su gesto como un favor ni como una obra de caridad: “Me dijo que era lo que yo merecía que me pagasen”.
Miller califica el acto solidario de Boseman como “una de las cosas más apabullantes que he experimentado”. “Él me dijo: ‘Vas a cobrar lo que te mereces y lo que vales’. Y es casi imposible imaginar a otro hombre en esta ciudad comportándose con esa generosidad y ese respeto”, prosigue, añadiendo un epílogo muy punzante a su anécdota: “Desde entonces, le he contado esta historia a algunos actores amigos míos, y ellos suelen quedarse en silencio e irse a casa, seguramente para darle vueltas a las cosas durante un rato.
Fuente: Cinemanía
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