Llevándose su tercer trofeo como actriz, la protagonista del filme de Chloé Zhao hace historia al convertirse en la primera intérprete que gana la estatuilla como mejor intérprete y como productora.
Quién se lo iba a decir a ella en 1984, cuando debutó protagonizando Sangre fácil. Pero así ha sido: desde anoche, y gracias a su trabajo en Nomadland, Frances McDormand figura en los anales de los Oscar como la actriz viva con más estatuillas doradas en la repisa.
La película de Chloé Zhao ha supuesto para la intérprete de Illinois su tercer Oscar como protagonista, tras haber triunfado con Fargo en 2017 y con Tres anuncios en las afueras en 2018. Esta victoria pone a McDormand a un trofeo de distancia de Katharine Hepburn (cuatro Oscar) y la hace quedar por encima de la mismísima Meryl Streep, quien a lo largo de su carrera ha cosechado 17 nominaciones, pero solo dos trofeos como protagonista (su primera victoria, en Kramer contra Kramer, fue como actriz de reparto).
Pero aún hay más, porque, además de haber ganado el Oscar por su interpretación en el filme, McDormand se ha llevado también una estatuilla a Mejor película debido a su trabajo como productora. Lo cual supone también un hito histórico, puesto que la convierte en la primera mujer que hace doblete en ambas categorías.
Recordemos, asimismo, que Frances McDormand ha sido nominada en otras tres ocasiones, todas ellas como actriz de reparto. La primera, en 1989 por Arde Mississippi, y las otras dos por Casi famosos (en 2001) y En tierra de hombres (2006). Un palmarés formidable que, sin embargo, muchos de sus fans seguirán viendo escaso...
Fuente: Cinemanía
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