El domingo pasado regresó, en casi todo el mundo al mismo tiempo, la octava temporada de The Walking Dead. Se sabe, a esta altura, que la ficción acerca del apocalipsis zombie es una de las más importantes del mundo —superada, por supuesto, y no solo en popularidad, por la Game of Thrones de HBO—.
Dar click para ver en tamaño real. |
Sin embargo, parece que habrá que poner un poco más la lupa en los éxitos de la bautizada “edad de oro de la televisión”, ya que la audiencia de la última emisión fue la más baja de los llamados episodios “midseason” : 3,6 puntos de rating —poco más de 8 millones de espectadores—.
Hasta ahora la más baja había sido, para el “midseason”, en 2012 con la segunda temporada: 4,2 puntos de rating. Y, inmediatamente arriba de esa, estaba la del año pasado con la séptima temporada: 5,7 puntos.
Otra forma de verlo es que la audiencia, en términos de rating, bajó a poco más de la mitad en un año. O que, en el transcurso de 12 meses, el programa perdió cerca de 4 millones de espectadores. El dato es más preocupante porque en el último episodio se iba a revelar lo que se suponía una gran sorpresa: la muerte de uno de los principales personajes pero parece que los fans ya no están tan interesados en las desventuras de los sobrevivientes.
Sin embargo, no todo está perdido para los seguidores de la ficción. Para empezar, sigue siendo una de las series más vistas del mundo; es decir, la caída de la audiencia en series de televisión parecería ser generalizada en desmedro de las ficciones que se consumen vía streaming, y para desmenuzarlo habría que utilizar el espacio de otra nota. Luego, que el responsable de las últimas temporadas, Scott Gimple, fue ascendido por la cadena AMC —propietaria de los derechos de la ficción que para América Latina emite la coproductora, FOX—, y que por ese cambio de escalafones a partir de la novena temporada la responsable pasará a ser Angela Khang, hasta ahora guionista de la serie. Por último, no se puede soslayar que el cómic en que se basa la ficción continúa gozando de buena salud, y va muchísimo más avanzado en la trama que lo que puede observarse —con numerosos cambios— en la pantalla chica.
En resumidas cuentas: si bien las cifras son preocupantes, aún están muy lejos de implicar una posible cancelación. Más aún teniendo en cuenta que es el producto más exitoso de la cadena que lo emite.
Comentarios
Publicar un comentario