El apocalipsis de Lamentis 1 es el lugar adecuado para una confesión que dará tanto o más que hablar que el plano secuencia de 3 minutos que cierra el episodio.
Los dos primeros capítulos de 'Loki' sorprendieron por su habilidad para adentrarnos en un mundo tan complejo como el de la TVA y los Minutemen. También, por supuesto, fueron un auténtico campo de juegos para un personaje de tanto potencial como el Loki de Tom Hiddleston. En ambos, sin embargo, la serie parecía que iba a centrarse en una heterodoxa investigación policial de la variante Loki asesina. Llegó el final del capítulo 2 y nos encontramos con ella.
Es entonces cuando, para llegar a su intermedio, la serio dio un giro narrativo y se centró en la convivencia de Loki y la llamada Lady Loki, que no tarda en dejarnos claro que se llama Sylvie. Confirmamos que, aunque el personaje de Sophia Di Martino es una variante interdimensional de Loki, también es la forma de introducir en el MCU el personaje de la Encantadora Sylvie. Un 2 por 1 que se ha marcado el MCU en su adaptación del mundo del cómic, vamos… Lo importante es que la serie pasa de ser un Loki intenta capturar a otro Loki a mostrarnos la convivencia de ambos en pleno apocalipsis.
Tras una lucha en la TVA, ambos acaban en un peligroso apocalipsis en Lamentis 1, en el año 2077, como el videojuego protagonizado por Keanu Reeves 'Cyberpunk 2077'. Con escasas horas para intentar escapar con vida, ambos deciden con muchas reticencias hacer una tregua de paz. En el camino, comienzan a conocerse y a empatizar un poco. Es entonces cuando, durante una pausa en un viaje en tren, intentan sacarse información el uno al otro. Nuestro Loki habla algo más pero si algo queda claro es que los dos no han tenido mucha suerte en el amor en sus milenios de vida.
Ninguno ha logrado tener nada serio y verdadero con nadie, pero eso no quita para que haya habido muchos pretendientes y aquí es cuando llega un momento que no debería de importarnos si no fuera por la enorme cantidad de gente homófoba que todavía existe y porque Marvel ha tardado más de la cuenta en hacer uno de sus protagonistas oficialmente queer en en el cine. Nos pasamos todo 'Falcon y el Soldado de Invierno' hablando de la orientación sexual de Bucky Barnes, y eso no está bien. Pero es que Disney parece que ya no puede evitar el queerbaiting ni en Pixar…
Por eso nos alegra oír de la boca de Tom Hiddleston a la pregunta de Sylvie sobre su orientación sexual:
"Un poco de cada, sospecho que al igual que tú".
Así, de manera natural, rápida y directa se resuelve el asunto, algo antes que los prometidos personajes queer en ‘Los eternos’ o la avanzada bisexualidad de Valkirya en ‘Thor: Love & Thunder’. De Loki, eso sí, no nos atrevemos a decir si bisexualidad o pansexualidad sería el término más adecuado. Es curioso que estás dos versiones enfrentadas, interpretadas por un hombre y una mujer respectivamente, de incluso distintos poderes, tengan muy claro que ambos son personas queer.
Tras tan breve pero crucial momento, vemos como el Loki de Tom Hiddleston bebe y rompe vasos al grito de “otra”, al igual que su hermano Thor en su primera película en solitario. También que, aunque ingenioso, no sabe definir el amor y acaba creando la metáfora más acertadamente extraña en mucho tiempo con eso de “el amor es una daga”.
Pero puede que ese momento de confesión y unión, más por parte de Loki que de Sylvie (ya no la vamos a llamar Lady Loki más) se pierda "como lágrimas en la lluvia" porque, no lo olvidemos, están en un apocalipsis. Todo el espectacular episodio es una set piece. Al contrario que los movidos, llenos de información y personajes, primeros dos capítulos, aquí manda la unidad entre estos dos personajes y este mismo escenario durante casi todo el episodio.
Quizás por eso es muy adecuado que Marvel nos haya decidido dejar una semana con un monumental cliffhanger en el que tanto Loki como Sylvie parecen abocados a la muerte junto con el resto de habitantes de Lamentis 1. Lo hacen, haciendo honor a la unidad de todo el capítulo, tras un plano secuencia espectacular de algo más de 3 minutos.
Puede que la noción de plano secuencia ya haya perdido el sentido en un rodaje lleno de efectos especiales, CGI y, lo más seguro, cortes invisibilizados en el montaje. Pero sea falso o no, Disney + y Loki deciden lucirse en los momentos de pánico de la población del lugar. Loki y Sylvie intentan subir al arca como única esperanza, al igual que otros cientos de personas. Con la cámara girando a su alrededor estos intensos tres minutos contienen edificios derrumbándose, a nuestros dos protagonistas volando por los aires, a Loki levantando un edificio entero con su magia, coreografiada lucha cuerpo a cuerpo y exigentes interpretaciones tras perder su ¿última? oportunidad de vivir.
Fuente: Fotogramas
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