El fenómeno Game of Thrones es imparable y, a medida que nos acercamos al final de la serie, cada vez menos gente quiere quedarse por fuera.
La serie ha mantenido un crecimiento exponencial y constante de su audiencia desde sus inicios, y ahora ha cuadriplicado sus ratings desde que comenzó. No es algo muy frecuente en la TV.
La serie de HBO es prácticamente uno de los últimos bastiones de esas formas antiguas de ver televisión, de seguir la historia y experimentarla de forma colectiva, a una hora determinada y en un día determinado, que el streaming ha dejado obsoleta.
El poder seductor de esto se evidencia en el hecho de que ni siquiera las descargas ilegales y las filtraciones de episodios antes de su emisión oficial pudieron refrenar significativamente los ratings de HBO, que emite Game of Thrones en 186 países en todo el mundo, en casi todos ellos de manera simultánea el domingo a la noche.
El episodio final de la temporada, “The Dragon and the Wolf”, fue visto en los Estados Unidos por 16.5 millones de personas esa misma noche del domingo, ya sea en su emisión original de HBO o en sus repeticiones en servicios de streaming oficiales, lo que lo convierte en el episodio más visto de la historia de Game of Thrones.
Si solamente se cuentan los espectadores que lo vieron en su emisión original por TV, el número supera los 12 millones de televidentes.
Antes de la séptima temporada, el final de la temporada anterior había sido el episodio más visto de toda la serie, con 8.9 millones de espectadores.
Pero la enorme expectativa que se generó en torno a esta temporada cada vez más cerca del final y que se estrenó más tarde de lo habitual, hizo que los 7 nuevos capítulos de la temporada 7 atrajeran más espectadores que cualquiera de las temporadas anteriores.
El final de temporada más visto de la serie no es el único nuevo récord que impuso la temporada 7 de Game of Thrones.
Ya desde el estreno de temporada, el episodio “Dragonstone” superó los 10 millones de televidentes, comparados con los 8.9 millones del final de la temporada 6.
En términos generales, la serie ha visto un aumento de 20% tanto en el número total de espectadores como en la franja demográfica de 18-49, la más importante en términos comerciales.
Después del final de temporada, el episodio más visto de la temporada 7 de Game of Thrones fue el 5, “Eastwatch”, impulsado tal vez por el final abierto del episodio anterior y por lidiar con las consecuencias directas del épico ataque del dragón al ejército de los Lannister.
El episodio que siguió a “Eastwatch”, “Beyond the Wall”, representó una leve caída antes del cierre de la temporada, que podría adjudicarse a la filtración accidental del capítulo por parte de algunas sucursales de HBO, lo que permitió descargas ilegales pero de buena calidad.
Todos estos son números iniciales, que todavía no incorporan otras mediciones estándar de audiencia como la denominada Live +7, que suma los televidentes del episodio en vivo y los que lo ven en emisiones posteriores, sean repeticiones, grabaciones en DVR y servicios de streaming oficiales.
Todo esto, además, sin tener en cuenta los números vinculados a las descargas ilegales, un rubro que Game of Thrones también lidera desde hace unos cuantos años.
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