¿Quién diría que los virus y bacterias, invisibles a simple vista, se ubican entre los villanos más polifacéticos del celuloide? No es para menos, pues a lo largo de toda la historia, millones de personas han sido víctimas de distintas epidemias. Sin duda, una fuente de inspiración perfecta para todo tipo de películas.
Algunas se han caracterizado por su elevado realismo y sus bases científicas, otras por sus tintes fantásticos y unas más por horrores ante una posible extinción. Desde Soy leyenda (2007) hasta Contagio (2011), recordamos algunas de las epidemias más impactantes del cine.
1.- Contagio (Dir. Steven Soderbergh, 2011)
La idea de Contagio surgió mientras Steven Soderbergh y el escritor Scott Z. Burns trabajaban en El desinformante (2009), durante la filmación de una secuencia en la que el personaje de Matt Damon externa su temor a contagiarse de una enfermedad. Para garantizar el realismo, la dupla recurrió al apoyo de especialistas y miembros de la Organización Mundial de la Salud, cuyas diferentes perspectivas de lo que podría pasar en caso de una pandemia fueron determinantes para la elaboración de un thriller médico sumamente complejo por su carácter global. No conforme con ello, Burns confesó a Coming Soon que la epidemia de influenza suscitada un par de años antes también fue de gran ayuda para la elaboración de esta historia, pues le permitió ver los hechos en el mundo real y los problemas adicionales que implican: “Cierras las escuelas y cuando lo haces, ¿quién se queda en casa con los niños? Las cosas que pasan en línea […], algunas personas escriben sobre tratamientos contra virus o distintos tratamientos”. Muchos de estos sucesos pueden apreciarse en el filme.
2.- Exterminio (Dir. Danny Boyle, 2002)
Danny Boyle llamó la atención del mundo con Trainspotting, pero fue Exterminio la que lo consolidó entre los grandes directores de todos los tiempos. La historia nos lleva a una Inglaterra desolada por un peligroso virus de ira, pero que lejos de explorar la crisis del contagio, aprovecha el coma del personaje principal para trasladarnos 28 días después del brote inicial. La visión de una Londres solitaria ya es suficientemente perturbadora, pero el director británico incrementó el pavor de las audiencias con la presencia de infectados que corren desesperadamente para atacar a sus víctimas. Esta evolución del zombie fue determinante para que Exterminio se ubicara entre las películas de terror más ovacionadas de todos los tiempos, pero más importante fueron los miedos reales que provocó temer una guerra bacteriológica en un mundo sumido en el nerviosismo post 9/11.
3.- Ceguera (Dir. Fernando Meirelles, 2008)
Luego de alcanzar fama mundial con Ciudad de Dios (2002) y El jardinero fiel (2005), Fernando Meirelles nos llevó a un mundo sumido en la oscuridad con Ceguera, adaptación de Ensayo para la ceguera de José Saramago. La historia muestra a la sociedad como víctima de una misteriosa enfermedad que erradica la vista de manera abrupta, lo que resulta en una alteración absoluta del orden social que conocemos. Más extraño aún es que sólo una mujer resulta inmune a la crisis, convirtiéndose así en la guía y esperanza de un grupo de nuevos invidentes. Aunque no se apoya sobre bases científicas, su atemporalidad y universalidad le han dado un carácter simbólico importante al reflejar que absolutamente nadie está exento de padecer cualquier mal.
4.- Doce monos (Dir. Terry Gilliam, 1995)
No sólo es una de las cintas más aclamadas en la carrera de Terry Gilliam, sino también una de las más ambiciosas. La película nos lleva a un futuro post apocalíptico, con la humanidad condenada a vivir en refugios subterráneos tras la liberación de un peligroso virus a cargo de un grupo conocido como los Doce monos. Incapaces de hallar una cura, los científicos y tecnólogos desarrollan un elaborado plan que consiste en enviar un hombre al pasado para hacerse con una muestra. Lejos de un miedo bacteriológico, se caracterizó por su estatus de culto que eventualmente llevó la historia a la televisión y desató toda clase de rumores sobre una trilogía distópica iniciada con Brasil (1985) y culminada con The Zero Theorem (2013), lo que ha descartado por el cineasta en reiteradas ocasiones.
5.- Epidemia (Dir. Wolfgang Petersen, 1995)
Aunque las enfermedades siempre han sido un tema recurrente en el cine, Epidemia fue la primera en explorar de una manera más realista los riesgos de propagación extrema. La cinta inicia las acciones en un poblado africano, para luego trasladarlas hacia California a partir de un mono que porta un virus mortal, lo que orilla a las autoridades a tomar medidas extremas de contención. La cinta tiene importantes similitudes con The Hot Zone, libro basado en hechos reales y en el que Richard Preston Jr. documentó la propagación del virus ébola en un pueblo ubicado a unos cuantos kilómetros de Washington DC.
6.- Viene de noche (Dir. Trey Edward Shults, 2017)
Uno de los grandes exponentes del terror contemporáneo, que lejos de olvidarse de las amenazas sobrenaturales vistas en La bruja (2015) o Hereditary (2018), se centra en un mundo devastado por una epidemia y la desconfianza que esto genera en un grupo de sobrevivientes que se ven obligados a compartir vivienda para garantizar la subsistencia. Con sólo diez personajes en toda la historia, ninguno de los cuales está en busca de una cura, queda claro que el director Trey Edward Shults nunca tuvo la intención de explorar la temida enfermedad desde una base científica o apocalíptica, sino aprovecharla como una alusión del miedo y la desconfianza del mundo actual.
7.- Al final de los sentidos (Perfect Sense) (Dir. David Mackenzie, 2011)
José Saramago abordó la pérdida de la visión en su Ensayo para la ceguera (1995), pero David Mackenzie llevó la situación al extremo con Al final de los sentidos, sobre un mundo que va perdiendo sus cinco sentidos a causa de una extraña pandemia. A pesar de su temática, sus bases sci-fi y de contar con una epidemióloga entre sus personajes principales, la película apenas se interesa por la medicina o la desesperación mundial ante la extraña enfermedad para centrarse en la relación de sus personajes centrales que buscan la manera de preservar su amor sin poder verse, escucharse o sentirse.
8.- The Omega Man (Dir. Boris Sagal, 1971); Soy leyenda (Dir. Francis Lawrence, 2007)
Las dos adaptaciones más famosas de Soy leyenda, una de las obras maestras de Richard Matheson, sobre un mundo devastado por una plaga que, lejos de terminar con la humanidad, alteró su naturaleza para dar paso a un nuevo orden social integrado por zombies vampíricos que sólo pueden deambular por la noche. Es así como conocemos a Robert Neville, científico de los Estados Unidos y uno de los pocos inmunes al virus que ocasionó la debacle de la especie y quien trabaja desesperadamente por encontrar una manera de revertir los daños y por mantener la cordura en una soledad absoluta. Se le considera la primera obra que fusionó el terror fantástico con elementos de la ciencia ficción, convirtiéndose en uno de los grandes pioneros del zombie contemporáneo, que ha dejado su carácter de muerto viviente para convertirse en una víctima de todo tipo de enfermedades.
9.- Panic in the Streets (Dir. Elia Kazan, 1950)
Uno de los exponentes más singulares del cine negro, que dejó atrás las clásicas historias detectivescas para mostrar la alianza entre un agente policiaco y un miembro de sanidad de los Estados Unidos. El primero busca localizar a los responsables de un asesinato; el segundo pretende impedir una epidemia, ya que la víctima tenía plaga neumónica, una variante pulmonar de la plaga bubónica. A pesar de su originalidad y sus emociones, el filme sucumbió ante la censura del Código Hays, que hizo todo lo posible por reducir al mínimo la violencia y sensualidad que suele caracterizar al subgénero. El resultado fue un proyecto aceptable, pero muy alejado del enorme potencial que tenía.
10.- Flu (Dir. Sung-su Kim, 2013)
Muchas películas sobre brotes epidémicos limitan sus acciones a territorio occidental. Flu rompió radicalmente esta tendencia al explorar el nerviosismo asiático con un brote de influenza H5N1 en un poblado sudcoreano con medio millón de habitantes y ubicado a tan solo unos kilómetros de Seúl, lo que implica un plan de contensión inmediato para contener la infección. No es completamente realista, pues existen momentos en que se torna exageradamente sangrienta, pero esto no le impidió ser una de las películas más importantes en la reciente ola de cine coreano al lograr algunos de los mejores acuerdos de distribución internacional en toda la historia del país.
Fuente: Cine Premiere
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