El fabuloso anillo de diamantes que luce la actriz ha desatado los rumores un año después de que la pareja iniciara su relación
Desde mediados del mes de marzo, cuando se publicaron las primeras fotografías de Ana de Armas y Ben Affleck besándose, lo que confirmaba una relación que había surgido poco antes en el set de rodaje de Deep Water, un thriller de Adrian Lyne que ambos protagonizan. Desde entonces, han sido muchas las veces que hemos visto a la pareja en actitud cariñosa. Primero durante un viaje a Cuba, la tierra natal de la actriz, después en otro a Costa Rica, y, poco a poco, su amor se fue consolidando mientras la pandemia del coronavirus azotaba el mundo y nos obligaba a todos a confinarnos. En ese tiempo, Ana se instaló en la casa de Ben en Los Ángeles, por cuyos alrededores hemos visto a ambos de paseo en pareja, con los hijos de Ben, con amigos, con sus perros... siempre debidamente protegidos por sus mascarillas y mostrando su complicidad y su buen humor. Una relación que marcha viento en popa y en la que, ahora, podrían haber dado un paso más.
En las últimas semanas, la pareja había estado temporalmente separada para atender sus respectivos compromisos profesionales. Pero el trabajo les ha vuelto a juntar públicamente, ya que han tenido que rodar nuevas escenas de Deep Water, la película en la que surgió su historia de amor hace ya un año, en Nueva Orleans. Y allí han sido fotografiados, muy sonrientes y divertidos, mientras compartían besos, abrazos y muchas risas. Pero no ha sido su actitud, tan cercana y cariñosa como siempre, lo que ha llamado la atención. Lo sorprendente de las imágenes, que ¡HOLA! publica en el el número que tienes a la venta en tu quisco desde el miércoles, es el fabuloso anillo de diamantes que Ana luce en el dedo anular de su mano izquierda. ¿Están preparando ya su boda? La pareja no se ha pronunciado al respecto, pero las imágenes han desatado, como no podía ser de otra manera, los rumores de boda.
Del verano a un tierno otoño
Tras disfrutar de su primer verano juntos entre paseos Los Ángeles y Malibú, donde disfrutaron de algunos días de relax en la playa, la pareja ha continuado dando pasos en su relación. La química que existe entre Ana y Ben queda patente en todos y cada uno de los momentos en los que les hemos visto juntos. Ana había roto un año antes su relación con el artista cubano Alejandro Pineiro, mientras que el actor volvía a sonreir junto a Ana tras un complicado periodo en el que vivió una ruptura con Lindsay Shookus y el divorcio de Jennifer Garner. Fue a finales de mayo cuando vimos las primeras imágenes de Ana con su novio y los hijos de éste -Violet, de 14 años, Seraphina, de 11, y Samuel, de 8, que Affleck tuvo con Jennifer Garner- que se han unido en muchas ocasiones a los planes de la pareja.
Lo cierto es que Ana se ha integrado perfectamente en la familia de Ben y no solo ha conocido a los hijos de su pareja: también a su madre, Christine Affleck, una señal inequívoca de integrada que está la actriz en la familia del actor. Y, a juzgar por sus sonrisas, sus gestos de cercanía y complicidad, existe una gran sintonía entre todos ellos, como hemos visto en distintas ocasiones, en sus jornadas de compras, en el supermercado o una floristería, a pie o en coche, por los alrededores de su domicilio.
Aunque ni Ana ni Ben han confirmado si el anillo de diamantes es una sortija de compromiso, son muchos los que se preguntan si la suya será la próxima gran boda de Hollywood. Y, entre los detalles que han alimentado esas especulaciones se apunta que hace unos meses, el director y protagonista de Argo, habría expresado su deseo de comprar una isla privada para irse a vivir con Ana depués de casarse. Habrá que esperar para saber si eso se cumple finalmente.
Fuente: Hola.com
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