El actor de ‘Sin tiempo para morir’ prefiere pasar el rato en otro tipo de establecimientos.
El estreno de Sin tiempo para morir es la constatación de que el James Bond de Daniel Craig es el más vulnerable, y el que mejor puede dialogar con visiones alternativas de ‘lo varonil’. Con la película de Cary Fukunaga el actor se ha despedido de la criatura de Ian Fleming (sin que eso le haya supuesto gran dolor), y lo cierto es que la evolución de 007 parece ir pareja con el propio carácter desprejuiciado de Craig, alguien totalmente cómodo con su masculinidad tal y como ha dejado claro durante una entrevista en el podcast Lunch with Bruce. Durante ella, el actor ha bromeado sobre cómo emplea el ocio nocturno, y cuáles son los escenarios donde se siente más cómodo.
“He estado yendo a bares de ambiente desde que tengo memoria. Una de las razones: porque no me meto en peleas tan a menudo en ellos”, asegura. Craig alude, concretamente, a lo molesto que le resulta el “aggresive dick swinging” que percibe en los locales de público heterosexual, algo que podríamos traducir como “medirse los penes” y que indudablemente se refiere a la actitud de los hombres heterosexuales, con quienes el actor parece haber tenido algún conflicto que otro durante su juventud. Así que tuvo que cambiar el itinerario. “Los bares gays eran un buen lugar al que ir. Todo el mundo estaba calmado, todo el mundo. Y uno no tenía que decir cuál era su orientación sexual”.
“Todo estaba bien. Un espacio muy seguro al que ir”. Los bares de ambiente ofrecían a Craig, además, un escenario más tranquilo y proclive a que ligara, tanto por la falta de competencia como por la afluencia de público femenino. “Podía conocer a chicas allí, porque hay un montón de chicas por la misma razón exacta por la que iba yo. Ese era en realidad el motivo final”. Teniendo en cuenta que Craig lleva casado una década con Rachel Weisz, es de suponer que esas noches en bares de ambiente han llegado a su fin, aunque no es lo primero que escuchamos sobre su carácter desinhibido.
Y es que, más allá del esmoquin rosa que vistió en la premiere de Sin tiempo para morir, el actor ha sido muy vocal con el clima que le gusta mantener durante su trabajo, asegurando que le gusta besar a sus compañeros de reparto. “Para romper el hielo”, dice que lo hace, tal y como pudo comprobar Rami Malek, que encarna al villano en la última aventura de James Bond. “Beso a un montón de gente, soy un tipo muy amistoso”, asegura Craig.
Fuente: Cinemanía
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