La banda virtual de Damon Albarn salta al streaming.
En 1998 el exintegrante de Blur Damon Albarn se unió al artista Jamie Hewlett para fundar una banda virtual. Esto es, un grupo compuesto por miembros animados (concretamente 2-D, Noodle, Murdoc Niccals y Russel Hobbs) que publicaban sus canciones a través de videoclips extremadamente elaborados, cuyo riesgo e inventiva llevan ya dos décadas encandilando al público. A través de temazos como Clint Eastwood o Feel Good Inc., Gorillaz se las ha apañado para mantenerse en el candelero sin músicos de carne y hueso, y este mismo año publicó su último disco, Song Machine: Season One. Lanzamiento que se ha visto acompañado por un anuncio llamado a cambiar la historia de la banda.
Y es que, tal y como Albarn ha comentado en un podcast de Apple Music del que se hace eco Collider, estos días se encuentra trabajando en un próximo largometraje de Gorillaz. Uno para el que, además, cuenta con la financiación de Netflix. “Estamos haciendo una película de Gorillaz con Netflix. Esta tarde tenemos una sesión de escritura en Malibú”, explica el músico, para a continuación dedicarle unas palabras bastante llamativas al gigante de streaming teniendo en cuenta que es él quien está poniendo el dinero. “Es algo que he querido hacer durante mucho, mucho tiempo. Pero Netflix, no sé. El modo en que lo controlan todo ahora…”.
“Quiero decir que es impresionante ver lo omnipresentes que son. Deben de tener un buen equipo creativo, ¿verdad?”. Albarn parece algo escéptico con el poderío mediático que hoy día atesora Netflix, pero no ha querido volver a incidir en ello, y debe ser consciente de lo bien que le puede venir el sello de la plataforma a su proyecto. Por lo demás, no es la primera vez que nos sorprende el modo en que Albarn vende esta primera película de Gorillaz, pues ya antes le escuchamos hablar de ella, en octubre de 2020, cuando se hallaba en una fase muy prematura de desarrollo y aún no contaban con el apoyo de Netflix.
“Firmamos contratos, empezamos los guiones y demás”, explicó el músico entonces. “Hacer una película de animación algo abstracta es un gran riesgo porque son muy caras. Veo a mucha gente haciendo animación hoy en día, pero no creo que se acerquen a la calidad de la nuestra. Estamos más cerca de Studio Ghibli”. Esperemos que, ahora que Albarn se ha aliado con Netflix, la película final de Gorillaz tenga una calidad pareja a, mínimo, El viaje de Chihiro.
Fuente: Cinemanía
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