“Cuando, a los ojos de los demás, estaba en la cima de la fama, es cuando más triste estuve. Me decía a mí misma ‘asúmelo, es increíble’. Pero no sabía qué hacer. Había todos esos vuelos de primera clase, habitaciones de cinco estrellas… pero siempre estaba sola”, recuerda.
“Era muy solitario. Si no tuviera amigos a los que llamar, habría sido difícil. He visto lo que puede pasarle a la gente del sector”. Vikander cree que la fama impide que te puedas relajarte.
Fuente: Cinemanía
Comentarios
Publicar un comentario