En la Batalla de Reposo del Grajo, fue parte de la trampa tendida a la princesa Rhaenys Targaryen; mientras ella luchaba contra fuerzas enemigas, aparecieron de sorpresa Aegon II sobre Fuegosol y Aemond sobre Vhagar. Sólo contra Vhagar, Rhaenys habría tenido la posibilidad de ganar, pero estaba perdida contra dos dragones. No obstante, la princesa no huyó, sino que se enfrentó a sus enemigos. La batalla acabó con la muerte de Rhaenys y Meleys, además de graves quemaduras para Aegon y un ala destrozada para Fuegosol, lo que le imposibilitó volar plenamente de nuevo.
Tras la batalla, se hizo cargo del reino por un año mientras su hermano se recuperaba de las heridas como Príncipe Regente y Protector del Reino, período por el cual portó la corona de rubíes de Aegon el Conquistador. El príncipe Daemon Targaryen lo desafió, esperando durante trece días en Harrenhal hasta que Aemond dejó de atacar las Tierras de los Ríos y se enfrentó a él. Aemond llegó a la fortaleza a lomos de su dragón y acompañado por Alys, que estaba embarazada.
Tras dejarla en tierra, se enzarzó en una cruenta batalla sobre el Ojo de Dioses, que terminó con ambos jinetes y ambos dragones muertos estampados contra la tierra, en el momento en que el príncipe Daemon clavó su espada Hermana Oscura en el ojo de Aemond. El cuerpo de Aemond, atado a la silla de Vhagar, se hundió en el lago. Su cuerpo, junto con el cráneo de Vhagar, se recuperó años más tarde, con Hermana Oscura aún clavada en su cuenca ocular.
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