En el episodio tres Joel y Ellie consiguen una pick-up gracias a unos viejos conocidos de Joel: una Chevrolet S-10. La camioneta consigue arrancar, pero tras recorrer varios kilómetros tienen que parar. ¿El motivo? La gasolina.
Este problema lo plantean al principio del episodio cuatro. Vemos a Joel extrayendo gasolina de otro coche para insuflarlo a la Chevy. "¿Tenemos que hacer esto cada hora?", pregunta Ellie. "La gasolina se estropea con el tiempo. Esta es casi agua", explica Joel. Y así es, pero con una salvedad: tras dos décadas en el depósito del oxidado y abandonado automóvil, la gasolina no se podría usar ni siquiera con esta técnica.
De tres a seis meses, como mucho un año. Los carburantes se degradan debido a la oxidación. El tiempo que tardan en echar a perder sus propiedades varía por múltiples factores: la composición del propio combustible, la temperatura, la incidencia de la luz o la presencia de metales que catalizan la oxidación, entre otros.
De esta manera muchos expertos afirman que en el depósito de un coche, la gasolina se mantendrá en su estado totalmente óptimo únicamente entre tres y seis meses. Este intervalo varía por ejemplo en el caso de la temperatura a la que esté expuesta: se señala que a 20ºC comenzaría a degradarse en seis meses y a 30ºC en tres meses.
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